jueves, 15 de septiembre de 2011

Carta a Eduardo Madina

(Publicada en L'Informatiu el 15 de septiembre de 2011. Ver aquí)
(Publicada en Rebelion el 16 de septiembre de 2011. Ver aquí) 

Estimado Eduardo,

Me permito escribirte esta carta porque la semana pasada me entretuve en dar un vistazo a las declaraciones de bienes y rentas de algunos diputados y senadores. Considero que es un buen ejercicio de transparencia publicar las rentas y bienes de nuestros legisladores y legisladoras. Y en tu caso he de agradecer doblemente la transparencia, porque donde otros de tus compañeros y compañeras únicamente consignan acciones en empresas cotizadas, tú has sido más transparente y has especificado que posees 163.000 € en acciones de Telefónica y 510.000 € en acciones del BBVA (cierto es, todo hay que decirlo, que de los otros 601.557 € en diversos productos de inversión, no ofreces más información).

Y es que creo que si interesante resulta conocer el patrimonio de nuestros legisladores, tanto o más interesante resulta conocer en qué lo emplean. Y tú has decidido emplear una buena parte de tu patrimonio en financiar a dos de las más insignes multinacionales españolas, ambas integrantes del Consejo Empresarial para la Competitividad.

No tengo ninguna duda de cuáles son los intereses que mueven a estas empresas cuando hacen semejantes recomendaciones: aumentar sus beneficios. Lo que me genera dudas es cuáles son tus intereses cuando tomas decisiones como representante del pueblo

Seguro que conoces esta institución, integrada por 17 de las mayores empresas españolas. Y seguro que también conoces sus recomendaciones para mejorar la economía española: acelerar las reformas, profundizar en la reforma laboral, ligar los salarios a la productividad, cumplir con la reducción del déficit, adelgazar la administración pública, etc.

No tengo ninguna duda de cuáles son los intereses que mueven a estas empresas cuando hacen semejantes recomendaciones: aumentar sus beneficios. Lo que me genera dudas es cuáles son tus intereses cuando tomas decisiones como representante del pueblo. ¿No te surgen contradicciones entre el interés general y los beneficios de las empresas de las que eres accionista?

Y todavía me surgen más dudas cuando pienso en cuáles son las motivaciones que te llevan a invertir tu patrimonio en estas empresas.

¿Qué te motiva a invertir en acciones de una empresa como Telefónica, que a pesar de cerrar el ejercicio pasado con beneficios millonarios pretende despedir a 6.500 trabajadores y trabajadoras?

¿Qué te motiva a invertir en acciones de una empresa como BBVA, sobre la que se acumulan denuncias sobre su política de precarización laboral y de vulneración de los derechos sindicales, y que invierte cantidades millonarias en financiar a empresas productoras de armas controvertidas? Si no estás al tanto de estas informaciones, te recomiendo que leas el interesante informe del Observatorio de las Multinacionales en América Latina —La IED bancaria, ¿un beneficio nacional o empresarial? El caso del Banco Santander y el BBVA en Colombia- y el no menos interesante de Setem —Negocios sucios. Bancos españoles que financian armas-.

No sé si estarás de acuerdo conmigo, Eduardo, pero yo no tengo ninguna duda que los intereses de la clase trabajadora y los intereses de empresas multinacionales como Telefónica y BBVA son intereses contrapuestos, contradictorios. Y de alguna manera, invirtiendo en acciones de estas dos empresas, tú estás ligando tus intereses económicos a los suyos. ¿Entiendes, Eduardo, por qué miles de personas salen a la calle a gritar que no nos representáis?

Recibe un cordial saludo.


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