jueves, 15 de diciembre de 2011

¿Por qué lo llaman crisis cuando quieren decir expolio?


(Publicada en L'Informatiu el 14 de diciembre de 2011. Ver aquí)

Hace apenas un mes un vecino de Hospitalet de Llobregat se ahorcó en plena calle. Acababa de recibir una orden de desahucio de un piso de protección oficial que había ocupado con su familia cuando dejó de cobrar la prestación por desempleo y no pudo continuar pagando el piso de alquiler donde vivía.


Hace cuatro años fue un ciudadano rumano el que se prendió fuego a lo bonzo frente a la subdelegación de gobierno en Castellón. Hacía tres meses que había llegado de su país y la situación económica familiar era desesperante. Pedía cuatrocientos euros para comprar los billetes de regreso a su país.


Habrá quien diga que son dos víctimas más de la crisis económica. Y ciertamente fueron víctimas. Pero no de la crisis económica. Me niego a hablar una sola vez más de crisis. Lo que estamos padeciendo es un expolio.


La semana pasada la OCDE publicada un informe en el que afirmaba que la brecha entre ricos y pobres en sus países miembros ha alcanzado su nivel más alto en los últimos treinta años. Nada nuevo. Hace un año era el PNUD el que afirmaba en su Informe de Desarrollo Humano que la desigualdad sigue creciendo en el mundo.


Las cifras de la desigualdad en España son significativas. Los datos de Eurostat  no dejan lugar a dudas. Si bien la desigualdad de ingresos había venido reduciéndose en las últimas décadas, ésta ha vuelto a dispararse desde 2007, coincidiendo con la agudización del expolio.


Un expolio al que no son ajenas las principales empresas españolas. El informe La responsabilidad social corporativa en las memorias anuales de las empresas del IBEX 35. Análisis del ejercicio 2009 afirma rotundamente que “el 82% de las empresas del IBEX35, analizadas, tienen empresas filiales o participadas en paraísos fiscales. El 18% restante tiene entre sus accionistas con participaciones significativas, empresas domiciliadas en paraísos fiscales, o participadas en paraísos fiscales. Es decir, directamente o a través de sus dueños más importantes, todas las empresas del IBEX35 tienen vinculación patrimonial con empresas domiciliadas en paraísos fiscales”.


Mientras los principales (i)responsables políticos y los medios de comunicación y desinformación nos preparan para los recortes en el gasto público argumentando que el estado no tiene recursos suficientes para mantener el actual estado del bienestar (estado de medioestar, como nos recuerdan algunos analistas críticos), las principales empresas del país esconden sus recursos en paraísos fiscales para pagar menos impuestos.


Apréndanse de memoria las empresas que integran el IBEX35. Entre ellas se encuentran los bancos en los que depositan sus ahorros (BBVA, BSCH, la Caixa, Bankia, Bankinter, Banco Popular, Banco de Sabadell). Esos bancos que no tendrán reparos en dejarlos en la calle si no pueden afrontar el pago de su hipoteca, evaden impuestos a través de los paraísos fiscales. ¿No deberían ser ellos y sus propietarios los desahuciados? No es crisis. Es expolio. Y los expoliadores tienen nombre y apellido. 

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