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jueves, 1 de noviembre de 2012

Voces en blanco y negro

(Publicada en 'Cremats' el 31 de octubre de 2012. Ver aquí)

Mercado de la 25 de Mayo (Cochabamba)


Viajo a Bolivia por motivos laborales durante dos semanas. La primera la paso recorriendo comunidades indígenas quechuas del norte del departamento de Potosí. En uno de los trayectos comparto pickup con dos compañeras españolas y dos compañeros bolivianos. En algún momento, no recuerdo cómo ni por qué, la conversación deriva hacia la cuestión de las distintas lenguas que conviven en el estado español. La discusión, interesante, apasionada pero razonablemente sosegada para lo que suelen ser cuando se abordan este tipo de cuestiones, se da entre los tres españoles. Los bolivianos optan por el silencio. Un profundo silencio activo, que diría un buen amigo. Intento espolearlos haciendo referencia al Estado Plurinacional de Bolivia (en Bolivia no sólo no es pecado hablar del estado plurinacional sino que es una realidad recogida en el primer artículo  de su reciente Constitución), pero ni por esas lo consigo.



Segunda semana. Las compañeras españolas ya han regresado a España. Los días terminan (y comienzan) temprano. Ceno algo ligero en un café de la plaza 14 de Septiembre esquina con la calle Esteban Arze (precisamente fue el 14 de septiembre de 1810 cuando el pueblo de Cochabamba se sublevó, al mando de Esteban Arze, contra las tropas realistas españolas) y decido regresar al hostal en el que me alojo. De camino, paso por el mercado de la 25 de Mayo y veo algo que me deja perplejo. En un pequeño  puesto, entre montañas de ropa usada de reventa, asoma un pequeño televisor. En una de las esquinas distingo el inconfundible logo de Telecinco. La señora que regenta el puesto y un par de curiosos de paso se entregan con pasión al programa La Voz.



Compro una botella de agua y llego al hostal. Apenas son las ocho de la noche, demasiado temprano para intentar conciliar el sueño. Me conecto a Internet y la curiosidad puede conmigo. Entro en la web de Telecinco y echo un vistazo a los vídeos de las actuaciones del mencionado programa. Una catalana de voz rota ataca el Heaven de Brian Adams. Un gaditano versionea con aire aflamencado el Summertime de Gershwin. Una jienense se arranca por la Jurado y se le rompe el amor. Un rockero albaceteño se atreve con el Highway to Hell  de AC/DC. Me sigue picando la curiosidad. Si no me fallan las cuentas son setenta y ocho actuaciones. Cuarenta y una en inglés. Treinta y seis en castellano. Una en francés. Definitivamente el catalán, el euskera y el gallego no existen para Telecinco.



Me acuerdo de las compañeras de viaje y no puedo dejar de pensar que es una pena que teniendo un país en colores la televisión se empeñe en mostrárnoslo en blanco y negro.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Miseria racista en televisión

Anoche me tragué un rato del nuevo concurso televisivo de Cuatro: Pekín Express, aventura en África. Once parejas atravesando buena parte del continente africano con un presupuesto diario de un euro y enfrentándose a diferentes pruebas.

Una de las parejas está formada por un matrimonio de ejecutivos catalanes, Ezequiel y Mónica, acostumbrados según ellos mismos dicen a "vivir la vida y disfrutar de su buena posición: compras, masajes, restaurantes de lujo y exóticas vacaciones; grandes viajeros que pueden presumir de haber visitado los más recónditos y lejanos parajes"  

Según cuentan en la web del programa, la tal Mónica no para de quejarse de las incomodidades del viaje. Parece estar acostumbrada a viajar a destinos recónditos, pero disfrutando de las comodidades destinadas a los turistas de bolsillo lleno, y no a sufrir las realidades cotidianas de los países que visita".

En el programa de ayer sus comentarios fueron más lejos, haciendo una exhibición sin freno de su lógica de vida, incluyendo una xenofobia más que evidente (ver este vídeo a partir del minuto 1:50). Una de las pruebas a las que se tuvo que enfrentar, a su paso por Kenya, implicaba lavar vehículos hasta conseguir 200 chelines kenyatas (algo menos de dos euros, más que los ingresos medios de los habitantes del país como señalaba el propio programa). 

"Dos blancos limpiando el camión de un negro. Esto es surrealista, esto es surrealista total", decía sin pudor. "Me ha parecido surrealista pedirle a un negro que yo le quiero lavar el coche por favor y que me pague". Para acabar rematando: "Ayer que me pinté las uñas, tu crees de que me sirve".  

Para todos aquellos y aquellas que se vanaglorian de sus exóticas vacaciones en lugares recónditos debería ser obligatorio pasar, al menos unos días, viviendo en las condiciones cotidianas de las clases populares de esos lugares que visitan.

viernes, 16 de septiembre de 2011

¿Viviendas de la clase media?

Una de estas noches, haciendo zapping, me encontré en uno de los canales de La Sexta con el programa ¿Quién vive ahí?

Se trata de uno de esos programas, tan de moda últimamente, en los que nos enseñan casas que, con contadas excepciones, nunca habitarán personas de la clase trabajadora de este país. En muchas de ellas, ni siquiera personas de la tan de moda clase media

Resulta que uno de los principales accionistas de esta cadena de televisión es Jaume Roures, empresario y productor cinematográfico que se autodefine como de izquierdas y catalanista. Entre su filmografía como productor destacan, además de algunas películas de Woody Allen, la película Salvador (Puig Antich) basada en la vida del militante anarquista ejecutado en las postrimerías del régimen franquista, Comandante película documental dirigida por Oliver Stone sobre el ex presidente cubano Fidel Castro, o películas con un alto contenido social como Los lunes al sol o Princesas, ambas dirigidas por Fernando León de Aranoa.     


Visto lo visto, me pregunto... ¿Jaume Roures limita a la producción cinematográfica sus intereses sociales mientras en su cadena de televisión entretiene a la clase trabajadora mostrándole lo que nunca podrá conseguir? ¿Jaume Roures no tiene intereses sociales y lo mismo le da ganar pasta con un documental sobre Fidel Castro que luciendo casas de las clases pudientes? ¿Pretende Jaume Roures contribuir a la indignación popular mostrándonos como viven las clases pudientes en plena crisis (para la clase trabajadora)?