viernes, 23 de marzo de 2012

Carta al ministro García-Margallo

(Publicada en L'Informatiu el 22 de marzo de 2012. Ver aquí)

Señor Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación,

Me encontraba la semana pasada en San José de Costa Rica cuando leí unas declaraciones suyas en prensa en las que afirmaba que "recortar en cooperación es una opción extremadamente dolorosa, pero la otra opción, a lo mejor, es recortar pensiones o cerrar ambulatorios".

Es como si uno va al médico con un grano en el dedo gordo del pie, le sugieren amputar por el tobillo y, para curarse en salud, el doctor le dice que mejor eso que amputar por la rodilla. Seamos serios, señor ministro, y evitemos los argumentos falaces. Yo no quiero amputación por el tobillo ni por la rodilla. No quiero recortes en cooperación, ni en pensiones, ni en salud. Busquen otras alternativas.

Le decía, señor Ministro, que estaba en Costa Rica cuando leí esas declaraciones. Seguro que usted conoce que este país fue el primero en el mundo en abolir el ejército como institución permanente el 1 de diciembre de 1948. Fue después de una guerra civil que duró cuarenta y cuatro días. Un año después, en noviembre de 1949, esta prohibición se incorporaba a la nueva Constitución del país. “Se proscribe el ejército como institución permanente” reza el artículo 12. Y no les fue tan mal. Es una de las democracias más asentadas en la región, y junto con Panamá presenta los mejores indicadores de desarrollo humano en Centroamérica. Casualmente, Panamá decidió hace más de veinte años no tener ejército.

¿Por qué no habla, señor ministro, con su colega el ministro de defensa Pedro Morenés y le sugiere un plan encaminado a la abolición del ejército español? Según los informes que publica Justicia i Pau, el gasto militar en España en 2011 superó los dieciesiete mil millones de euros. Cada uno de los cazas Eurofighter 200 que adquiere el Ministerio de Defensa cuesta ciento treinta millones de euros. Cada hora de vuelo de estos aparatos, más de cuarenta mil. Cada helicóptero de combate Tigre nos cuesta más de cincuenta y seis millones de euros.

Los recortes anunciados en cooperación ascienden a mil millones de euros, el equivalente al coste de seis cazas Eurofighter y cuatro helicópteros de combate Tigre. Convenza a su colega Morenés, señor ministro. Sabiendo de las amistades del ministro de defensa entre las empresas de armamento, igual le resulta complicado. Hable entonces con su jefe, el señor Rajoy.

Al mundo le va a sentar mucho mejor el dinero invertido en cooperación internacional, que los aviones, helicópteros, fragatas, blindados y misiles. No tenga ninguna duda.

Respetuosamente le saluda un ciudadano al que no le gusta que 374 €* de mis impuestos se dediquen al gasto militar.

*Gasto militar anual por habitante en 2011 según informe de Justicia y Pau.

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