jueves, 6 de septiembre de 2012

Los indecentes pecados del señor Sánchez Gordillo

(Publicada en Cremats el 5 de septiembre de 2012. Ver aquí)


                  Juan Manuel Sánchez Gordillo durante la marcha obrera del SAT en Cádiz. Foto: Al-Bayyani


Por diversos motivos (entre ellos mi salud mental) este mes de agosto he vivido una casi completa desconexión del mundo, que ha incluido la completa desconexión de Internet y la casi completa de los medios de comunicación y desinformación. Aun así, no ha sido suficiente como para no identificar al principal protagonista mediático del verano: Juan Manuel Sánchez Gordillo.



Recuerdo la primera vez que tuve noticias del alcalde del municipio sevillano de Marinaleda. Fue hace más de una década cuando en el marco de un proyecto europeo investigamos distintas experiencias de presupuestos participativos en municipios del estado español, Francia, Alemania y Polonia. La de Marinaleda fue una de las experiencias analizadas, y de las más interesantes, por cierto. Pero en aquella época, el señor alcalde no tenía tanto predicamento en los medios.



Ese fue, precisamente, uno de los argumentos que le escupió la periodista Isabel Durán en uno de los múltiples programas de televisión a los que se invitó al dirigente político andaluz: que los asaltos a supermercados eran una estrategia para ocupar espacio en los medios.



La periodista escupidora colabora o ha colaborado (como mínimo, según afirma en su blog) en Libertad Digital, la revista Tiempo, los periódicos Diario 16 y ABC, Radio Intereconomía, Canal Nou, Canal 7 de la Región de Murcia, TeleMadrid, Telecinco, Veo TV e Intereconomía TV. Si uno hace una ronda de zapeo cualquier noche, es casi imposible no encontrarla en algún canal de televisión. Pero le parece pecaminoso que un dirigente político con una larga trayectoria aparezca en los medios. A mí lo que me parece pecaminoso es que haya dirigentes políticos que tengan que asaltar un supermercado para reclamar la atención de los medios sobre una problemática tan grave como el hecho de que haya miles de familias que no tienen qué echarse a la boca.



Otro de los poderosos argumentos utilizados contra el señor Gordillo por la señora Durán fue que los asaltos a supermercados eran “en realidad” una estrategia con fines políticos. ¡No me lo puedo creer! Tremendo pecado que un dirigente político intente hacer política. Aunque resulta entendible, dado que la señora Durán en su época de presentadora de una tertulia en Canal Nou acostumbraba a relacionarse con políticos del PP valenciano, más ocupados en sus líos judiciales que en hacer política. 



Por cierto, nunca he escuchado a la señora Durán arremeter contra los políticos imputados en el PP valenciano –acusados de gravísimos delitos– con la virulencia con la que atacó al señor Gordillo por llevarse unos carritos cargados de alimentos con la sana intención de hacer política y de situar en los medios el debate sobre la pobreza de miles de familias y la alternativa de la soberanía alimentaria.



Tal vez algún día, los políticos y políticas se dediquen a eso, a hacer política, y los medios de comunicación sean verdaderos espacios de información en los que se produzcan interesantes debates sobre la democracia participativa, la soberanía alimentaria y la política de vivienda. En cualquiera de ellos, podría participar el alcalde de Marinaleda para contar las interesantes experiencias que han llevado a cabo en su pueblo. 

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