jueves, 26 de julio de 2012

La hipocresía (interesada) de los medios de comunicación españoles

(Publicada en Cremats el 26 de julio de 2012. Ver aquí)

Hoy me estreno en el blog colectivo "Cremats", con este artículo sobre la hipocresía (interesada) de los medios de comunicación españoles. Un lujo compartir esta aventura conjunta con Juan Enrique Tur, Sergi Tarín y Julià Alvaro (de momento).


A estas alturas, para cualquier ciudadano o ciudadana del estado español con una mínima atención a los medios de comunicación no es noticia nueva que ha muerto Osvaldo Payá, destacado líder de la oposición cubana. Vaya por delante (en estos tiempos que corren hay que explicitarlo todo, para no ser sospechoso de nada) que lamento la muerte del señor Payá.

Lamento tanto la muerte del señor Payá como la de los hondureños Erick Martínez y Alfredo Villatoro, tanto como la del guatemalteco Andrés Francisco Miguel, o como la de los mapuches Edmundo Alex Lemun Saavedra, Matías Catrileo Quezada y Jaime Facundo Mendoza Collio.

¿Qué quien son Erick, Alfredo, Andrés, Edmundo, Matías y Jaime? Sus nombres no les sonarán porque para los medios españoles su vida valía menos que la de Osvaldo Payá y por eso sus muertes no fueron noticia.

Erick Martínez y Alfredo Villatoro eran periodistas. Erick era además uno de los principales líderes de la comunidad LGTB en Honduras. Su compatriota Alfredo coordinaba los informativos de una emisora de radio. Ambos fueron asesinados en Honduras este año. Desde el golpe de estado de 2009 han sido asesinados cerca de una treintena de periodistas y alrededor de centenar y medio de opositores.

Andrés Francisco Miguel era un líder comunitario del municipio de Barillas, en el departamento guatemalteco de Huehuetenango. Se había destacado por su oposición a la construcción de una represa hidroeléctrica sin el consentimiento de las comunidades. Por su asesinato hace apenas dos meses, han sido detenidos dos miembros de la seguridad privada de la empresa Hidro Santa Cruz S.A., subsidiaria de la española Hidralia Energía.

Edmundo Alex Lemun Saavedra, Matías Catrileo Quezada y Jaime Facundo Mendoza Collio eran jóvenes comuneros mapuches, luchadores por la defensa de su territorio. Fueron asesinados por efectivos del cuerpo de Carabineros en la última década cuando contaban con 17, 22 y 24 años respectivamente.

A los medios de comunicación españoles les valió verga (como dicen por estos lados) que Erick y Alfredo fueran compañeros de profesión y se jugaran la vida por ejercerla. O que en el caso del asesinato de Andrés esté implicada una empresa española. O que detrás del asesinato de Edmundo, Matías y Jaime estén las fuerzas de seguridad del estado chileno. O tal vez por estos motivos sus muertes no fueron noticia en España. Es más jugosa la muerte de un opositor castrista y el (hasta el momento) rumor amplificado de la participación del gobierno.

Seguro que a ustedes, lectores y lectoras, les suenan poco los nombres de José Luis Sanz, o el de Edu Ponces, el de Roberto Valencia o el de Paco Gómez Nadal. Todos ellos profesionales de los medios de comunicación. Todos nacidos en territorio del estado español. Todos ellos ejerciendo su actividad profesional en el territorio de Abya Yala. A ellos sí les importan estas muertes. Y las muertes de los sin nombre de este continente. Mi reconocimiento y mi gratitud hacia ellos.

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