martes, 16 de agosto de 2011

El que avisa no es traidor

Hace apenas diez días mencionaba en un post las amenazas que llegaban desde Grecia de endurecer la legislación de Internet para frenar las protestas por los recortes sociales. Luego fue el primer ministro británico, David Cameron, el que anunció que su gabinete estudiaba la posibilidad de interrumpir las redes sociales durante los disturbios, por lo que recibió las felicitaciones del gobierno chino (por cierto, ¿los que dieron la lata con la censura a Yoani Sánchez, tienen ahora algo que decir?). 


Hoy Enrique Dans analiza estas cuestiones en su post diario. Comparto completamente la crítica, aunque no tanto el análisis. Al aludir al "intento del poder político de secuestrar la libertad de expresión y comunicación de los ciudadanos", olvida que quienes detentan el poder político en Grecia y en Reino Unido (también en España) responden a unos intereses concretos. Los intereses de lo que, desde el siglo XVII, se ha venido a denominar una clase social. Y que a quien se pretende conculcar derechos básicos, no es a la ciudadanía, sino a otra clase social. La de quienes sufren un sistema injusto que les perjudica notablemente y protestan, de una u otra manera, por ello.


El análisis termina afirmando que "El uso de la violencia debe ser categóricamente rechazado, pero su prevención no puede venir a expensas del derecho fundamental de los ciudadanos a la comunicación". Al aludir a la violencia, únicamente se señala la de quienes protestan contra el sistema injusto. Hace menos de una semana, en El País se publicaba un interesante artículo de Gavin Knight en el que daba algunas pinceladas acerca de su experiencia de dos años en zonas marginales de Londres, Manchester y Glasgow. ¿No es eso violencia?


Mucho más certero me parece, y no es una novedad, el análisis del profesor Vicenç Navarro sobre revueltas en barrios populares de Londres y otras ciudades inglesas en su artículo de hoy en el diario digital El Plural. Porque habla de revueltas y no de disturbios, como ha hecho mayoritariamente la prensa. Porque busca las causas de las revueltas en el clasismo, y no en el racismo como ha hecho mayoritariamente la prensa. 


Para no olvidar, el último párrafo de su análisis, al comparar los sucesos en Reino Unido con el 15M español: "Si tal movimiento 15-M no consiguiera, sin embargo, mejorar el sistema democrático y cambiar sustancialmente la sociedad española, y encontrara una represión masiva, podría en un par de generaciones dar pie a este otro tipo de movilizaciones que llevarían a derroteros desconocidos. Parecería que la derecha desearía que se siguiera este derrotero a fin de justificar su actitud represiva que siempre les ha caracterizado. En realidad, toda la historia de las derechas ha sido siempre la necesidad de crear movimientos violentos para poder justificar su represión. Esto es lo que está ocurriendo hoy en la Gran Bretaña. La limitaciones de los cauces democráticos lleva siempre a este fin".


Y el que avisa no es traidor.

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