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domingo, 14 de agosto de 2011

Cosas que sí cambiaron

Escribía anoche que son muchas las cosas que cambian. Por ejemplo...

"En España la situación concreta es muy diferente. Los sindicatos gozan de un gran prestigio y una gran autoridad entre los trabajadores; existen desde hace muchos años, tienen una tradición y son considerados por la clase obrera como sus instrumentos naturales de organización. Por otra parte, los sindicatos de nuestro país no tienen, como en otras partes, un carácter puramente corporativo; no se han limitado jamás a la lucha por las reivindicaciones inmediatas, sino que son organizaciones de tipo auténticamente político"
Andreu Nin. Junio 1937.


Y el que tenga ganas de echarse unas risas, que lea las declaraciones de principios en los estatutos de las dos principales (por tamaño) centrales sindicales españolas:


Comisiones Obreras (Estatutos):
"Sindicalismo reivindicativo de clase (...) Se orienta hacia la supresión de la sociedad capitalista y la construcción de una sociedad socialista democrática".

Unión General de Trabajadores (Estatutos):
"(...) respeta la más amplia libertad de pensamiento y táctica de sus componentes, siempre que estén dentro de la orientación revolucionaria de la lucha de clases y tiendan a crear las fuerzas de emancipación integral de la clase obrera, asumiendo algún día la dirección de la producción, el transporte y la distribución en intercambio de la riqueza social".

¿Todo cambia?

Ando leyendo en estos días uno de los libros de la colección Biblioteca de la República que lanzó el diario Público hace unos meses. Se trata de "La revolución Española 1930-1937", una colección de artículos del que fuera Secretario General de CNT, y posteriormente Secretario General del POUM, Andreu NinEsta noche leo con la música de la negra Sosa de fondo. Suena "Todo cambia". Y me da por pensar que son muchas las cosas que cambian. Pero muchas otras las que no cambiaron en ochenta años. 


Tal vea la diferencia sea que ahora cuesta un poco más encontrar a quienes llamen a las cosas por su nombre. Leía hace un par de semanas sobre la muerte de la (palabra) izquierda. La palabra clase también se encuentra en estado terminal. Podríamos hacer una larga lista de palabras moribundas: explotación, proletariado, oligarquía, ... Pero matar las palabras no implica hacer desaparecer las realidades que describen.