viernes, 27 de mayo de 2011

Asambleas, Argentina 2001

Se ha criticado muchas veces a las asambleas por carecer de un “programa” político. Sin embargo, en el funcionamiento asambleario, es el propio procedimiento (forma) el que está preñado de los contenidos.
(...) 
Por todo esto, la efectividad política de las asambleas no puede medirse en términos de un supuesto futuro que les es ajeno, ni en función de su acumulación de poder o su continuidad ininterrumpida. Por el contrario, la “productividad” del hecho asambleario sólo puede medirse en términos de los horizontes de posibilidad que inaugura, de las preguntas que habilita, de los desplazamientos y rupturas que genera en el proceso de invención de una nueva cultura política. 
(...)
Tal vez el movimiento asambleario haya servido sólo para dejar planteados los problemas y las preguntas que otros, en el futuro, quizás lograrán responder. Si así hubiera sido, ha desempeñado un rol fundamental.  

El movimiento asambleario en Argentina: balance de una experiencia
Ezequiel Adamovsky
Buenos Aires, 26 de marzo de 2004 

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